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Mejora tu asertividad: Claves y consejos

Qué es la asertividad

«Recomendaciones para mejorar la asertividad»

Oímos constantemente hablar de la asertividad, pero, ¿Realmente sabemos lo que es?

En Psicología la definimos como la capacidad de expresar las opiniones, los sentimientos, las actitudes y los deseos, y reclamar los propios derechos, en el momento adecuado, sin ansiedad excesiva, y de una manera que no afecte a los derechos de los demás.

Es decir, la asertividad es la habilidad para comunicarnos de forma efectiva, tanto para nosotros como para los demás. 

Vamos a explorar un poco esta habilidad y qué importancia tiene en nuestro día a día.

La asertividad nos acompaña continuamente en todas las facetas de nuestra vida en las que necesitemos comunicar, por lo que va a jugar un papel en nuestro desempeño laboral, relaciones sociales o familiares, relación de pareja, deportes o hobbies que compartamos con otros e incluso el diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos.

Debido a esto, entendemos que esta capacidad es vital para mantener nuestra salud mental y evitar que surjan más conflictos de los necesarios en nuestras relaciones.

Debido a la importancia de esta habilidad, creemos que puede ser muy útil añadir a este artículo algunas ideas para mejorar la asertividad que todos podamos seguir fácilmente. Los ejercicios que te proponemos para que trates de comunicarte de forma más asertiva son:

  1. Nosotros no leemos mentes… y los demás tampoco. La comunicación en general mejora bastante cuando nos damos cuenta de que los demás no saben qué queremos, necesitamos o qué nos ha molestado. Si empezamos a incorporar esta reflexión en nuestras relaciones, nos daremos cuenta de que somos los únicos responsables de comunicar nuestras necesidades, y expresar esa necesidad de manera efectiva puede mejorar increíblemente nuestras relaciones.
  2. Identifica tus objetivos, si no conoces a dónde quieres llegar será más difícil comunicar a los demás qué quieres y si necesitas o no ayuda. También, al tener nuestros objetivos fijados, es más sencillo ser claros al comunicarlos, y evitar la confusión que acompaña a las metas borrosas.
  3. Habla en primera persona (“Yo siento, yo pienso, yo me creo…”). Es importante que al comunicar, seamos conscientes de que nuestros pensamientos están siempre sesgados por nuestra opinión, nuestras experiencias, etc. Al igual que le pasa a todos. Por tanto, es una buena idea comunicar desde nuestras ideas y sensaciones, por ejemplo, “yo me siento solo y dejado de lado” en vez de: «no me prestas atención», me estás abandonando“. Evita presentar tus ideas o pensamientos como si fueran hechos, porque los demás pueden tener una experiencia al respecto totalmente distinto.
  4. Escucha activa: a la hora de conversar con las personas que tenemos alrededor es muy importante desarrollar la capacidad de escuchar activamente. Se trata de la capacidad de centrarnos en lo que dice el otro, comprenderlo y tratar de compararlo con nuestras propias ideas, sin lanzarnos a contestar, y es que muchas veces el peor enemigo de las conversaciones es el ansia por expresarnos nosotros, sin crear un espacio para lo que el otro tiene que decir.
  5. Aprende a decir no: esta es probablemente una de las capacidades más complicadas de adquirir, ya que requiere mucha seguridad en uno mismo y la priorización del autocuidado. Decir “no” cuando lo necesitamos significa marcar límites claros para los demás que protejan nuestro bienestar, de manera que los deseos y exigencias de los demás nunca sobrepasen nuestras propias necesidades. Notarás una diferencia cuando dejes de sobrecargarte de responsabilidades, tareas e incluso planes de ocio que no te apetecen, si aprendes a marcar límites claros de forma respetuosa.

En general, lo que buscamos con la asertividad es encontrar la manera de comunicar sin sentirnos abrumados por los demás, y poder expresarnos sin tener que recurrir a la agresividad, los gritos y demás. Y es que es muy común que la falta de límites o de asertividad se compense más adelante con comportamientos agresivos e irascibilidad, una vez llegamos a nuestro límite.

Es entendible que cuando llevamos tiempo asumiendo todas las peticiones (o exigencias) de los demás, acabemos explotando con gritos y malas palabras, pero eso no significa que esta actitud sea correcta. Debemos comprender que los únicos responsables de nuestro bienestar somos nosotros mismos, y es nuestra responsabilidad comunicar las necesidades que nos puedan surgir o los límites que deseamos poner (aunque siempre podemos pedir ayuda si lo creemos necesario, a nuestros seres queridos, a un profesional de la salud mental).

En el caso de los niños, es importante que como padres vayamos enseñando actitudes que ayuden a los más pequeños a desarrollarse de forma sana en su comunidad.

Esto podemos hacerlo enseñando métodos alternativos a los gritos y las pataletas (como respirar hondo y decir que es lo que quieren en realidad), validando sus emociones cuando consiguen expresarse, y alabando sus avances a la hora de comunicar cómo se sienten y qué necesitan, incluso si son pequeños pasos hacia esa meta.

De esta manera, no solo estamos ayudando a nuestros niños a crecer con una herramienta inmensamente útil para el futuro, sino que además nos facilitará nuestra propia tarea como padres, ya que estaremos criando un niño que es comunicativo y abierto con nosotros, lo cual facilita cumplir con sus necesidades.

Es importante subrayar la importancia de que todos los miembros de la familia se sientan seguros y cómodos a la hora de expresarse en casa, ya que de esa manera estamos más presentes e involucrados en la vida familiar y podemos ayudarnos si hace falta. 

Estas son nuestras recomendaciones para trabajar la asertividad tanto contigo mismo como con los más pequeños en casa.

Por último, recuerda que las personas somos responsables de nuestro propio bienestar y debemos trabajar en nosotros mismos para encontrar lo que nos hace bien, pero esto no significa que no podamos pedir ayuda por el camino.

«Aprende a ser más asertivo con simples consejos para una comunicación efectiva en el trabajo, relaciones y vida familiar. ¡Contáctanos en Granada Psicólogos para recibir ayuda profesional si lo necesitas!»

    Laura Hernández Pulido

    Psicóloga Sanitaria Colegiada AO05973, más de 25 años de experiencia en psicología sanitaria, formación en psicología y colaboraciones en medios de comunicación en la promoción de la salud mental.

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    Cristóbal Rozúa Lucena

    Psicólogo Sanitario Colegiado AO03430, más de 25 años de experiencia en psicología sanitaria, jurídica, formación en psicología y colaboraciones en medios de comunicación en la promoción de la salud mental.

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