¿Qué hacer si mi hijo no respeta cuando está jugando?
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Los beneficios de lavarse los dientes, las manos, ducharse a diario van desde evitar infecciones o enfermedades a favorecer las relaciones sociales y tener una buena presencia.
Es recomendable convertir en un hábito estas acciones y para ello es muy importante el ejemplo que le damos a nuestros hijos, cómo y cuándo lo hacemos, para favorecer la creación de una rutina para ellos, haciendo, en la medida de lo posible, que sea agradable y necesario. Pero solo con un buen ejemplo no siempre es suficiente.
Qué hacer si mi hijo no se quiere asear
Lo primero es analizar por qué no quiere. Generalmente, los hijos cuando no se quieren asear es para librarse del agua, de una obligación o simplemente llamar la atención.
Establecer unas rutinas ayuda y también que esas rutinas a la hora de asearse sean agradables, pero también que el asearse o lavarse tenga premio, y cuando hablamos de premio no nos referimos a la típica bicicleta de fin de curso, nos referimos a pequeños premios (elogios, prestarle atención…). En
También es conveniente revisar los pensamientos y creencias que tenemos cuando nuestros hijos no quieren bañarse o cepillarse los dientes. No es una catástrofe, aunque tampoco hay que ser permisivos. Por eso es importante llegar a un equilibrio razonable.
También hay que ver cómo esos pensamientos hacen que nos comuniquemos con nuestros hijos para ver si es de manera poco adecuada, y modificarlos y centrarnos en lo positivo, favoreciendo la creación del hábito y la conducta deseada.
Por qué no es bueno discutir para que se lave
Discutir con los hijos para que se aseen o regañarles puede dar resultado, pero el problema es que de esa manera los hijos no generan un hábito voluntario y a la mínima oportunidad intentarán no asearse o no lavarse los dientes.
Otra opción más recomendable es a través del juego y de la diversión, con normas y cariño, se consigue enseñar al niño el hábito de asearse, creando el hábito, haremos que nuestro hijo no se plantee, el no hacerlo porque sabe que es algo rutinario y necesario en su día a día.
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