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Estilos de crianza y educación en familia

Crianza y educación en familia

Estilos educativos para la crianza y educación de los hijos

La crianza de los hijos es una labor que puede resultar complicada.

Los niños no vienen con manual de instrucciones y cada uno tiene un temperamento y mundo interior único y diferente.

Es por ello que en muchas ocasiones los padres y madres se ven desbordados en lo que concierne a la crianza y educación de sus niños en casa.

Para ayudar con esta situación aquí te presentamos los principales estilos educativos que se pueden desarrollar, pero antes, debemos entender dos conceptos básicos: 

  • El control paterno: lo restrictivos o exigentes que son los padres con los hijos. Por tanto, este término hace referencia al nivel de libertad que permitimos a nuestros niños y la exigencia de responsabilidades que imponemos. Este control es el que orienta a los pequeños sobre cómo comportarse, por lo que debe ser consistente y coherente, pero también flexible y adaptado a la edad de los niños.
  • Receptividad paterna: Apoyo emocional o afecto que proporcionan los padres a sus hijos. Es clave para que el niño desarrolle habilidades con las que enfrentarse a sus propias emociones, y la falta de este puede llevar a la depresión infantil o la indefensión aprendida.

Una vez comprendidos estos dos conceptos, surgen varios estilos de aprendizaje que se pueden aplicar según donde nos ubiquemos en la escala de control paterno y receptividad paterna, por supuesto, estas escalas son generales y cada estilo de crianza es único, pero intentar ubicarse en ellos ayuda a conocer qué aspectos necesitamos reforzar y cuáles se nos están dando mejor:

  • Padres autoritarios: se caracteriza por un control alto, ya que imponemos muchos límites a la libertad del niño, y un apoyo emocional bajo. De esta manera se podría decir que tratamos con padres exigentes y más bien fríos en lo que respecta al cuidado de sus hijos. Puede parecer que este estilo basado en la disciplina es el mejor a la hora de criar niños funcionales y sanos, pero la verdad es que la falta de apoyo paternal y de experimentación debido a los límites muy estrictos acaban creando niños dependientes, irritables y que no tienen control sobre sus emociones. 
  • Padres permisivos: Es todo lo contrario al anterior. Se caracteriza por padres que aportan mucho apoyo emocional, pero apenas imponen límites o deberes. Aunque este estilo puede facilitar que se desarrolle la creatividad y extroversión, también provoca que los niños se vuelvan agresivos, rebeldes e impulsivos. Debemos enseñar a los niños que en la vida adulta no todos sus deseos serán concedidos al momento, y que aprender a trabajar dentro de unos límites y con ciertos deberes tiene sus beneficios.
  • Padres negligentes: son padres que no ofrecen ningún tipo de apoyo emocional, pero tampoco ponen límites ni deberes, se trata de niños que crecen con padres ausentes, o bien porque están siendo negligentes o bien por la alta carga de trabajo que tienen. En cualquier caso, los niños que crecen en casas con este estilo de crianza tienen el peor pronóstico, ya que al verse abandonados en un mundo complicado que les asusta, tienden a convertirse en menores, delincuentes y hostiles.
  • Padres democráticos: el último estilo que queremos explicar es el que conlleva altos niveles de apoyo emocional y también de límites y deberes. La clave es poner estos límites y reglas, explicando siempre la razón y escuchando las opiniones de sus hijos. Una de las características principales de este estilo es la tolerancia y que los padres estén dispuestos a disculparse o cambiar de opinión en caso de que sea necesario. Este estilo es el que mejor resultado suele tener, ya que desarrolla la autoestima, las competencias sociales y el rendimiento escolar. Aun así, es uno de los estilos que menos se implementan, quizás debido al esfuerzo que requiere, o que dista mucho de los estilos antiguos de crianza, que tendían a ser más autoritarios.

Una vez conocemos los estilos que existen y podemos identificarnos con uno, será más fácil identificar qué aspectos debemos desarrollar más profundamente. Si aún tienes dudas sobre cómo poder en práctica un estilo de crianza democrático en tu hogar, te planteamos varias ideas que pueden ayudarte con tus hijos:

  • Los niños no son adultos en miniatura: ellos tienen su propia forma de comprender la realidad y entenderla, y van desarrollando las capacidades para comprender nuevas cuestiones según crecen. Por eso, forzarlos a aprender lo antes posible solo va a crear frustración y rechazo hacia los contenidos que les queramos enseñar. Te recomendamos que acompañes el desarrollo natural de tu hijo y le propongas actividades que se ajusten a sus capacidades, siempre que les supongan un pequeño reto, pero las puedan resolver con tu ayuda. Además, presta atención a las actividades que realizan por su cuenta, como jugar, hablar con otros niños, etc… La mayor parte del tiempo así es como aprenden.
  • El castigo no debe ser sufrimiento físico: pasa el tiempo y se ha demostrado más de una vez como la violencia no ayuda a entender a los niños. Aun así, muchas familias siguen empleando el castigo físico para educar a sus niños, empeorando la situación en el hogar y normalizando la violencia. Hay muchos castigos que son más eficaces que dar unas tortas a un niño, incluso si creemos que estas son inofensivas, y que nos ayudarán a llegar a nuestro objetivo más rápido y sin hacer sufrir al pequeño. Además, debemos tener en cuenta que cuando corregimos con golpes, gritos, enfados… El niño puede entender que ha hecho algo mal, pero sigue sin saber cómo hacerlo bien. Vale más darle un tiempo fuera y explicarle la situación, o aplicar medidas de sobrecorrección, que pegarle.
  • Debemos predicar con el ejemplo: la mejor manera de enseñar a nuestros niños es a través del ejemplo que les damos cada día. Si implantamos hábitos saludables en casa como parte de nuestro día a día, será mucho más fácil incluir a los niños que intentar obligarles a llevar cierto estilo de vida. Además, por lo general, los niños están encantados de compartir aficiones y momentos con sus padres, y esta puede ser una buena oportunidad para ello. 

La crianza de los hijos puede ser difícil y confusa, es algo que le ocurre a todos los padres al principio, pero si sientes que te faltan herramientas para llevarla a cabo de manera saludable o no consigues resultados y te gustaría que psicólogos de Granada te ayuden, contáctanos y te ayudaremos. Pide cita.

    Laura Hernández Pulido

    Psicóloga Sanitaria Colegiada AO05973, más de 25 años de experiencia en psicología sanitaria, formación en psicología y colaboraciones en medios de comunicación en la promoción de la salud mental.

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    Cristóbal Rozúa Lucena

    Psicólogo Sanitario Colegiado AO03430, más de 25 años de experiencia en psicología sanitaria, jurídica, formación en psicología y colaboraciones en medios de comunicación en la promoción de la salud mental.

958 22 24 22
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