Problemas frecuentes en el matrimonio

Sin lugar a dudas, una de las principales causas de los problemas del matrimonio es la falta de comunicación en la pareja.

Una pareja está formada por dos personas con percepciones y expectativas diferentes sobre la vida de pareja.

Por lo que la única manera de que funcione la relación es conociendo lo que piensa tu pareja a través de la comunicación.

Lo que no es diferente en cada miembro de la pareja es el deseo a ser feliz, no estando dispuesto ninguno de ellos a sacrificar ese deseo por un matrimonio para toda la vida.

La comunicación de los sentimientos es imprescindible, ya que la percepción de cada cónyuge respecto al otro, si no se comunica, puede llevar a malos entendidos, pudiéndose llevar alguno de los miembros de la pareja una sorpresa sobre el estado de su relación.

Es habitual que en una pareja donde todo parece que va bien, pero que no hay comunicación, uno de los miembros decida separarse, sorprendiendo al otro cónyuge.

Si no hay comunicación es imposible saber que piensa tu pareja de la relación.

Cuando comienzan los problemas conyugales, el primer sentimiento que aparece es el de desilusión, quizás por las expectativas que había puestas en la relación.

Igual que cuando empieza una relación y la pareja está enamorada, todo se interpreta en clave positiva, cuando una relación no funciona, el foco de atención son los aspectos negativos, siendo excesivamente críticos los dos cónyuges.

De la desilusión se pasa al estancamiento de la relación, donde ninguno de los miembros de la pareja hace nada para solucionar el problema.

No se buscan sentimientos de afecto del uno hacia el otro y la relación va a la deriva. Piensan “esto ya no tiene solución”.

De esta situación se pasa al resentimiento, la pareja tiene un sentimiento de ira del uno hacia el otro, los dos por igual se sienten injustamente tratados y no son capaces de ver más hallá de sus sentimientos negativos.

La visión de cada uno es egocéntrica y no existe empatía alguna. La pareja desconfía entre ellos, teniendo un concepto deformado el uno del otro y siendo incapaces de ver los rasgos positivos.

Este resentimiento es el abono perfecto para los enfrentamientos que pueden ser verbales y llegando incluso a los físicos, siendo ya difícil solucionar el problema, puesto que cada respuesta a una ofensa tiende a ser mayor que la anterior, llegando a tal punto que si existiera alguna intención de reconciliación, el simple recuerdo de lo que se dijeron el uno al otro impide la misma.

Normalmente, en estos casos el foco de atención de cada miembro de la pareja está puesto en los aspectos negativos, no siendo objetivos.

La búsqueda a tiempo de una solución es un paso hacia la felicidad.
La finalidad de la terapia de pareja va encaminada a mejorar la comunicación e interacción de la pareja, de esta forma se aprenderán habilidades para solucionar los problemas familiares, ayudándoles a que su relación sea más plena y feliz.

Durante la terapia con una pareja que sufre dificultades matrimoniales, nosotros no asumimos que una persona es la causa del problema.

No se busca la responsabilidad de nadie, sino que, por el contrario, la terapia se centra en la relación y en qué puede hacerse para incrementar el intercambio de amor y respeto entre los miembros, mejorando sus habilidades de solución de problemas y disminuyendo las tendencias a herirse y rechazarse el uno al otro.

En Psicólogos Granada contamos con una amplia experiencia en terapia de pareja, pide cita para recibir ayuda y atención inmediata.