Problemas sexuales del hombre
Disfunción eréctil
La disfunción eréctil consiste en la incapacidad para conseguir o mantener una erección. Esto es algo que se suele dar en todos o casi todos los hombres alguna vez en su vida, por lo que es un problema bastante común que solo pasa a considerarse grave cuando ocurre con mucha frecuencia.
Esta dificultad para conseguir y mantener una erección suelen conllevar un malestar psicológico en el hombre, que incluso verá disminuido su deseo sexual por miedo a que le ocurra. En muchos casos, las causas de esta disfunción son las siguientes:
- Padecer alguna enfermedad cardíaca, así como un alto nivel de colesterol, diabetes, presión arterial alta, vasos sanguíneos obstruidos, obesidad, etc.
- Poseer enfermedades como el Parkinson o la esclerosis múltiple.
- El abuso de alcohol, tabaco y de otras sustancias.
- Cirugías y heridas que pueden afectar a la zona pélvica y genital.
- Un bajo nivel de testosterona.
- Efectos secundarios de algún medicamento.
Eyaculación precoz
La eyaculación precoz es una disfunción sexual que se da cuando el hombre eyacula antes de lo deseado al tener relaciones sexuales. Algunas de las características más frecuentes son:
- Eyacular en menos de un minuto después de la penetración.
- Incapacidad para retardar la eyaculación.
- Sentimientos de frustración y angustia ante este problema, de modo que se tienden a evitar las relaciones sexuales por miedo a que vuelva a suceder.
La eyaculación precoz puede ser de dos tipos:
- Primaria: se produce todas o casi todas las veces desde que se mantienen relaciones sexuales.
- Secundaria: se manifiesta después de haber tenido relaciones sexuales sin problemas eyaculatorios.
Las causas, al igual que con el resto de disfunciones, pueden ser tanto físicas como psicológicas, siendo las más comunes:
- Problemas de autoestima y autoimagen.
- Haber vivido abuso sexual.
- Estar viviendo un periodo de ansiedad o depresión.
- La propia preocupación por eyacular precozmente.
- Niveles hormonales alterados.
- Inflamación o irritación de la próstata o la uretra.
Asimismo, es muy común que en pacientes con eyaculación precoz se cometan 6 tipos de errores, es decir, estrategias que estos pacientes utilizan con la intención de paliar este problema, pero que son erróneas y no dan lugar a ninguna mejora. Estos errores son:
- Masturbación previa: la persona se masturba y eyacula antes de un encuentro sexual con la intención de aguantar más tiempo cuando se da el coito. Esto no es una solución al problema, e incluso es posible que tenga consecuencias negativas, ya que el haber eyaculado previamente puede causar una mayor dificultad para conseguir la erección, o que una vez conseguida se pierda.
- Beber alcohol: se consume alcohol antes de tener una relación sexual con la intención de disminuir la sensación de nervios previa al coito. Esto puede llevar a la misma consecuencia, que no se pueda conseguir o mantener una erección.
- Apretar distintas zonas de los genitales: algunos pacientes se aprietan la base del pene o el perineo con la intención de frenar la eyaculación. Esta estrategia tampoco sirve para solucionar el problema, ya que es un problema psicológico y no físico.
- Buscar el coito enseguida: se omiten los preliminares, o estos duran muy poco, ya que se intenta evitar la sensación de excitación que estos provocan, que puede dar lugar a una eyaculación más rápida una vez iniciado el coito. Esto puede resultar muy frustrante tanto para el paciente como para su pareja, que puede no sentirse preparada para el coito y necesita esos preliminares.
- Utilizar cremas o preservativos retardantes: de nuevo, al ser este un problema psicológico, el utilizar productos de este tipo puede ayudar de manera puntual, pero no ayuda a solucionar la raíz del problema. Asimismo, estos productos pueden tener un efecto anestesiante o desensibilizante que disminuye el nivel de placer que se siente.
- Provocar pensamientos distractores: una estrategia muy común es pensar en otras cosas durante el coito como método de evasión para no sentir tanto placer y por lo tanto no eyacular. Estos pensamientos suelen ser imágenes desagradables, cuentas matemáticas, etc. De nuevo, esta estrategia no ayuda a solucionar el problema, que debe ser tratado en más profundidad.
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