Gestión emocional

¿En qué consiste la gestión emocional? Consiste en la capacidad que tenemos las personas para conocer nuestras emociones, e incluso regularlas hasta cierto punto.

La vida consiste en experiencias que despiertan en las personas distintas emociones, a veces más ligeras y otras veces muy intensas.

En muchas ocasiones parece que la sociedad nos premia por esconder nuestros sentimientos, ya que se considera positiva la “racionalidad”, pero lo cierto es que las emociones son un fenómeno natural parte de nuestra salud y debemos entenderlas y expresarlas si queremos mantener nuestra salud mental.

Dicho esto, es importante tener en cuenta que no todas las reacciones son acordes a las emociones que estamos sintiendo, y es ahí donde entra la gestión emocional, para poder comprender qué estamos sintiendo, por qué surge esta reacción, y cómo queremos reaccionar al respecto.

En este proceso es clave la inteligencia emocional, que da respuesta a las preguntas planteadas anteriormente, ayudándonos a analizar qué estamos sintiendo.

Tener una inteligencia emocional desarrollada con todo lo que esta conlleva (empatía, conocimiento de las emociones, estrategias para calmarse en momentos difíciles, etc…), tiene muchas consecuencias positivas, especialmente si tenemos en cuenta la gran conexión que existe entre la salud física y mental, y cómo se relacionan ambas.

Algunas de las ventajas de la gestión emocional, que conlleva así mismo la inteligencia emocional, son: la mejora de las relaciones sociales y la relación que mantenemos con nosotros mismos, la toma de mejores decisiones, reduce el estrés, y nos protege en parte de los trastornos que están relacionados con las emociones negativas como la depresión y la ansiedad, aumenta nuestras capacidades de liderazgo, aumenta nuestra motivación y nos ayuda a dormir mejor.

Si nos fijamos en estas ventajas, podemos ver que la mayoría son simplemente, las consecuencias de manejar bien las emociones negativas, de manera que no supongan una lacra sobre nuestras relaciones, las decisiones que tomamos y en general sobre nuestra salud.

Ahora que entendemos que la gestión emocional es importante, es el momento de trabajar en desarrollar estas herramientas. Aunque recomendamos incluir un profesional de la salud mental en nuestro recorrido, hay varias actividades que podemos realizar solos para comenzar a desarrollar esta habilidad. Algunos ejercicios que proponemos para quien quiera mejorar su gestión emocional son:

• Puedes llevar un diario de emociones, la idea es dedicar un tiempo cada día a pensar en qué ha pasado hoy y cómo me ha hecho sentir, de esa manera dejamos las emociones fuertes sobre el papel, y a la larga podemos detectar patrones, como por ejemplo que estímulos disparan mi ansiedad, o por ejemplo podemos ver que siempre que realizamos cierta actividad, llegamos más felices a casa.
• Una parte importante de la gestión emocional es la aceptación, a veces cometemos errores, o nos damos cuenta de que hay actitudes que tenemos que no nos gustan. Esto es completamente normal, y más si estamos trabajando en crecer como personas, y aceptarlos es el primer paso para cambiarlos.
• Mantener un diálogo interno positivo puede resultar muy útil a la hora de trabajar con nosotros mismos. La persona con la que más tiempo pasamos somos nosotros mismos, y para crear una vida agradable es importante que el diálogo interno que estamos generando constantemente sea positivo. Si esto te cuesta, piensa que le estás hablando a tu mejor amigo o amiga, seguro que no serías desagradable con ellos, y contigo tampoco deberías.
• Practica con ensayos mentales, cuando alguna situación te resulte amenazante prueba a imaginarte en ella, y ahora imagina que todo sale bien, piensa en el desarrollo de toda la actividad y cómo llega hasta un final positivo. Muchas veces nos centramos tanto en el miedo que nos dá que algo salga mal, que no le mostramos a nuestra mente que puede salir bien, y esto afecta a nuestro rendimiento.
• Aceptar críticas es importante para seguir creciendo, tanto escuchar las críticas constructivas y aplicarlas si lo consideramos necesario, como apreciar cuando no nos aportan nada y debemos ignorarlas. En general, es importante entender que el bienestar surge de nosotros mismos y la aprobación externa no lo sustituye, pero eso no significa que nuestro círculo no pueda ayudarnos a mejorar.
• Hacer deporte puede ser una muy buena estrategia para eliminar tensiones y exceso de emociones, podemos soltar nuestra energía acumulada y luego, más calmados, ver las situaciones desde un punto de vista más imparcial.
• Acudir a un experto en crecimiento personal, como un psicólogo de coaching, que nos ayude a continuar con nuestro proceso de mejora y nos explique cómo desarrollar nuestra gestión emocional más allá de lo que podemos conseguir solos.
• Si nuestro objetivo es mejorar la empatía, un buen comienzo es la escucha activa. Se trata de atender a lo que dice la otra persona poniendo nuestra energía en prestar atención, sin querer buscar la mejor respuesta o generando una opinión al respecto.
• Probar el Mindfulness como actividad extra para el manejo de emociones. Es un ejercicio parecido a la meditación que trata de poner el enfoque en el presente a través de la respiración. Además, ayuda con la amabilidad con la que nos tratamos a nosotros mismos, ya que busca un diálogo interno positivo, en el que dejemos fluir las emociones y los pensamientos sin darles importancia, pero sin enfadarnos porque surjan. Puede suponer un rato de relajación muy positivo en nuestro día.

Ya hemos visto que la gestión emocional es importante y afecta a todas las áreas de la vida: nuestros objetivos laborales, las relaciones sociales, la relación que establecemos con nosotros mismos, nuestra salud física, son todos factores relacionados con esta habilidad, es por ello que hay que prestar atención a nuestra capacidad para manejar las emociones, pero el camino del crecimiento personal puede ser confuso cuando nos enfrentamos a él solos y sin las herramientas suficientes, por tanto, si crees que puedes necesitar ayuda para desarrollar esta habilidad, y te gustaría que un profesional de la salud mental te guíe en tu mejoría, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en Granada Psicólogos, estaremos encantados de ayudarte.