Hace ya un año que nos vimos en la situación de recluirnos en casa sin posibilidad de dar un paseo y tomar el aire, obligándonos a los que vivimos con otras personas a convivir de manera constante con nuestra pareja, nuestros padres o nuestros compañeros de piso.
Y esto ha sido un reto para muchos, ya que quisiéramos o no, veíamos a la misma persona siempre en el mismo lugar y, probablemente, para hacer lo mismo.
Y es que aunque convivamos con una persona con la que tengamos una relación sana, la rutina y la imposibilidad de cambiar de aires provoca una necesidad de dedicar tiempo tanto a nosotros como a otros aspectos de nuestro interés.
La dificultad de gestionar una situación completamente novedosa para nosotros acaba por ser el factor clave en el desgaste de una relación.
Eva Illouz afirma lo siguiente: ‘’Nos hemos dado cuenta de que la intimidad constante y continua no es soportable para la mayoría de las parejas’’ (BBC News Mundo, 2021).
Y así es, necesitamos de tiempo a solas con nosotros mismos para poder estar bien con los que nos rodean.
Estamos acostumbrados a una vida radicalmente opuesta a la que nos ha tocado vivir.
Muchos de nosotros estamos habituados a tener el día ocupado ya sea con planes con amigos o con trabajo, y al vernos encerrados en casa podemos vernos tan limitados que no sepamos gestionarlo correctamente.
No es ninguna novedad decir que a esta sociedad la caracteriza el estrés, hasta tal punto de que si no tenemos nada que hacer nos vemos abrumados en vez de descansar y tomarnos un respiro ante todo el ajetreo.
Y de esta etapa hemos descubierto 2 dos cosas: podemos vivir con una vida social más reducida y que no tener nada que hacer, en ocasiones puede ser positivo.
A pesar de esto, muchos de los sentimientos que nos han surgido durante esta época son completamente naturales.
La incertidumbre sobre las consecuencias sobre la salud del virus, los sentimientos de soledad o la pérdida de trabajo para muchos suponen claros factores de riesgo sobre el estrés.
Todo ello unido a la falsa concepción que existe sobre el amor, hace que la época que vivimos nos haga especialmente vulnerables y la adaptación en la pareja se nos complique.
En relación al tema que nos concierne, actualmente existen algunas ideas preconcebidas erróneas a lo que significa tener una vida en pareja que afectan en gran medida sobre lo que esperamos de ella, afectando a su vez, a la relación en sí misma.
Aquí se exponen varios de los mitos que se dan sobre el amor en nuestra sociedad:
Realmente todos estos mitos se encuentran asociados y en general, conforman lo que esta sociedad nos dice sobre el amor, algo que afecta a las relaciones y al modo en que gestionamos momentos difíciles y nuevos como el convivir durante 3 meses juntos en la misma casa y posteriormente reducir la vida social.
Saber adaptarse a las nuevas situaciones a las que obligatoriamente nos exponemos es básico a la hora de saber gestionar las diferentes emociones que nos surgirán, para ello, tener una idea clara y realista o racional sobre la vida es el mejor método para empezar.
A su vez, hay que tener claro que algunas emociones son naturales y compartidas por todos nosotros para saber racionalizar los pensamientos catastrofistas y saber aceptar que todos tenemos épocas más tristes o apáticos, el problema, como siempre, es estancarse en dichas emociones.